viernes

PROPUESTA ESTETICA

El espacio/ los objetos
La acción transcurre en un único espacio que es, según la escena, la fábrica “La Bonita”, la casa
de Don Jiménez y la casa de La María.
Basta un cambio de luz, de dirección de la mirada para cambiar de espacio. A veces quitarse o
ponerse el delantal de cocina determina el ingreso a un lugar diferente.
De esta manera la actuación es la que otorga identidad al espacio.
Y en este espacio único de múltiples significados los objetos se repiten. El “bodoque” de masa,
muñecos y cajas de música es parte de una interrogación a las fuerzas celestes en “La Bonita” y
altar ritual en la casa de La María.

Hemos buscado sintetizar la cantidad de objetos, limitándolos a muy pocos que adquieran
potencia dramática por asociación de significados: la mesa es lugar de trabajo en la fábrica,
pero también remite a las mesas de muertos que se arman en los rituales populares y a los
altares que los promesantes trasladan en las procesiones.
Nos interesaba explorar las posibilidades de este objeto como lugar donde se mezclan vida y
muerte: la vida en la producción de alimentos, la mesa como lugar donde se come. La muerte en
los ritos de celebración, la mesa como lugar donde se vela y recuerda a los muertos.
La narración escénica/ la actuación.
Las escenas se suceden en una continuidad no necesariamente cronológica. Son los cambios de
estado de actuación, las variaciones energéticas las que imponen un devenir poético en el que
los temas de la obra aparecen por acumulación de imágenes, sensaciones y fuertes estados emocionales.
Un giro de cabeza puede equivaler a un cambio de día, de lugar. Se enciende una radio y han pasado varios meses.
Esto implica la elección de una mirada que pone a la actuación en un primerísimo plano, ya que sobre ella recae todo el peso de la obra. Una actuación sin transiciones, que es capaz de ir y venir entre estados muy dispares, y estar presente en varias escenas a la vez.

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