viernes
SINTESIS ARGUMENTAL.
Un pueblo rural. Un mundo cerrado, pequeño, en medio de la inmensidad del campo. Los hombres son mayoría. El tiempo se demora en largas siestas imperturbables. Se habla de trivialidades, se comenta la vida de los vecinos. Todos se conocen. Y todos conocen “La Bonita”, la fábrica de alimentos elaborados con harina en la que viven y trabajan dos mujeres jóvenes. Una tarde, en la fiesta de cumpleaños de Don Jiménez, una de ellas transgrede el orden de las cosas, se coloca fuera de lugar. Y este exceso, este exabrupto ocurre a la vista de todo el pueblo. A partir de allí nada volverá a ser igual. Malos tiempos se ciernen sobre el pueblo. No llueve. Viene la sequía acompañada de sus mariposas negras de aletear espantoso a cubrir los cuerpos. Ya la otra mujer lo había anunciado. Ya a través de un sueño La Mamita, La Difunta y todas las almitas buenas le habían mostrado las imágenes de la desgracia: los hombres se transforman en bestias, la leche se vuelve ácida, el aire se reseca, los alimentos que elaboran en La Bonita se arruinan. Nadie se acerca a buscar los pedidos, los fideos se cuartean sin que nadie los coma. Tanto destino adverso levanta sospechas. ¿Por qué están pasando todas estas cosas en el pueblo? El malestar crece, es necesario encontrar respuestas. Alguien tiene que ser el responsable de tanta aflicción. Alguien debe tener la culpa. Es necesario encontrar un chivo expiatorio. Sólo así volverán a estar las cosas en su lugar. La María, curandera del pueblo, da su veredicto. Alguien tendrá que pagar
HIPOTESIS DE TRABAJO
Antecedentes
Esta obra tiene como antecedente un trabajo de exploración iniciado por las actrices a partir de
imágenes fotográficas de Francesca Goodman y Aino Kannisto.
Ya conformado nuestro grupo de trabajo, a ese universo de narraciones visuales tan atractivas
en su multiplicidad de sentidos vino a sumarse otra mujer: Alessandra Sanguinetti, autora del
trabajo fotográfico “las aventuras de Guille y Belinda y el enigmático significado de sus
sueños”. Se trata de una serie de imágenes que retratan el mundo privado, los juegos y
fantasías de dos amigas en un paisaje rural.
Las imágenes del campo, los cielos amplios, nos dieron los primeros indicios de una posible
dirección para nuestro proyecto.
Esa referencia espacial configuró una energía especial, un “estar en escena” impregnado de la
sensación de amplitud, de tiempo que se detiene, de silencios rotos por charlas cotidianas.
Esta obra tiene como antecedente un trabajo de exploración iniciado por las actrices a partir de
imágenes fotográficas de Francesca Goodman y Aino Kannisto.
Ya conformado nuestro grupo de trabajo, a ese universo de narraciones visuales tan atractivas
en su multiplicidad de sentidos vino a sumarse otra mujer: Alessandra Sanguinetti, autora del
trabajo fotográfico “las aventuras de Guille y Belinda y el enigmático significado de sus
sueños”. Se trata de una serie de imágenes que retratan el mundo privado, los juegos y
fantasías de dos amigas en un paisaje rural.
Las imágenes del campo, los cielos amplios, nos dieron los primeros indicios de una posible
dirección para nuestro proyecto.
Esa referencia espacial configuró una energía especial, un “estar en escena” impregnado de la
sensación de amplitud, de tiempo que se detiene, de silencios rotos por charlas cotidianas.
Francesca Woodman |
Aino Kannisto |
Alessandra Sanguinetti |
IMPULSOS INSPIRADORES
Sos ritos y las santas populares.
Asociada a la vida en el campo aparecieron las historias de las santas populares. Según cuenta el mito, en su mayoría se trata de jóvenes mujeres o adolescentes que, en muchos casos por no querer ceder al acoso masculino, murieron trágicamente. Como almas, se dedican a hacer el bien a quien lo solicita. Algunas de ellas son:
La Difunta Correa: Deolinda Correa, mujer linda y joven madre,quedó a merced de los requerimientos amorosos de un comisario cuando su esposo fue reclutado por la fuerza por una tropa montonera. Por no convertirse en la amante del jefe de la zona, huyó con su hijo con la esperanza de aguantar la sed entre aguada y aguada. Luego de mucho andar -cuenta la leyenda- y cuando estaba al borde de sus fuerzas, sedienta y agotada, se dejó caer en la cima de un pequeño cerro. Unos arrieros que pasaron luego por la zona, al ver animales de carroña que revoloteaban se acercaron al cerro y encontraron a la madre muerta y al niño aún con vida, amamantándose de sus pechos.
La Telesita: Telésfora Castillo fue una niña que, abandonada por sus padres, se crió en el monte lejos de todo contacto humano. Se dice que solo se dejaba ver cuando, en días de fiesta, escuchaba el sonido del bombo legüero y le daba por bailar. Cuando fue descubierto su cuerpo carbonizado, la tradición exaltó su existencia inocente y determinó que, al haber muerto en estado de gracia, se había transformado en un espíritu capaz de interceder por cualquier cuestión ante Dios.
Almita Sibila: Visitación Sibila era, según el mito, una niña o una mujer joven que iba todos los días a la ciudad para vender los productos que traía del campo. Tenía un enamorado que diariamente la esperaba en el camino, sin poder vencer nunca su rechazo. Un día intentó forzarla y como se resistió la violó y la mató. Cuando la policía llegó al rancho del asesino lo encontró comiendo tiras de charqui hechas con el cuerpo de la muchacha. La joven asesinada se convirtió en una "almita milagrosa" canonizada popularmente.
Los ritos populares provenientes del noroeste argentino, cargados de una poderosa teatralidad, fueron una rica fuente de inspiración: • Las celebraciones con panes que se disponen sobre una mesa junto a otros alimentos para agasajar a las almas. • La danza ritual, cuya marca fundamental es la canalización de energías telúricas y celestes. • La presencia del chamán, el curandero que es capaz de interpretar los signos de la naturaleza y el mensaje de los sueños.
En cuanto a la utilización de alimentos en los rituales, Cecilia Hopkins señala:
Se procede a dar forma a la mesa de ofrendas. Se la cubre con un mantel recién lavado, sobre el cual se dispone una gran cantidad de ramas de hinojo. La receta general de la masa de las ofrendas es: por cada 10 kg de harina se usa un kg de grasa y 100 gr de levadura. La sal o el azúcar es cuestión del gusto de cada uno. Se buscan primero todas las ofrendas que tengan forma de paloma y, poniéndolas unas sobre otras, se arma un grueso cordón alrededor de la mesa. Al medio se ponen otras ofrendas, las que tienen forma de coronas, manos, moños, empanadas, soles. Finalmente la mesa se cubre con un impactante colchón de figuras de masa que forma un túmulo que va elevándose, como si fuera el verdadero cuerpo de una persona. En el espacio que dejan una y otra ofrenda se clavan las figurillas que representan a niños y animales, junto con chupetines. Rosquetes y alfajores de maicena se distribuyen por encima de las otras masas, junto con naranjas, manzanas cor tadas en mitades y bananas. Finalmente se adorna el conjunto con tiras de caramelos y ramas de churqui con pochoclos clavados en cada espina. (Tincunacu Teatralidad y celebración popular en el Noroeste argentino, Ed. INT)
Asociada a la vida en el campo aparecieron las historias de las santas populares. Según cuenta el mito, en su mayoría se trata de jóvenes mujeres o adolescentes que, en muchos casos por no querer ceder al acoso masculino, murieron trágicamente. Como almas, se dedican a hacer el bien a quien lo solicita. Algunas de ellas son:
La Difunta Correa: Deolinda Correa, mujer linda y joven madre,quedó a merced de los requerimientos amorosos de un comisario cuando su esposo fue reclutado por la fuerza por una tropa montonera. Por no convertirse en la amante del jefe de la zona, huyó con su hijo con la esperanza de aguantar la sed entre aguada y aguada. Luego de mucho andar -cuenta la leyenda- y cuando estaba al borde de sus fuerzas, sedienta y agotada, se dejó caer en la cima de un pequeño cerro. Unos arrieros que pasaron luego por la zona, al ver animales de carroña que revoloteaban se acercaron al cerro y encontraron a la madre muerta y al niño aún con vida, amamantándose de sus pechos.
La Telesita: Telésfora Castillo fue una niña que, abandonada por sus padres, se crió en el monte lejos de todo contacto humano. Se dice que solo se dejaba ver cuando, en días de fiesta, escuchaba el sonido del bombo legüero y le daba por bailar. Cuando fue descubierto su cuerpo carbonizado, la tradición exaltó su existencia inocente y determinó que, al haber muerto en estado de gracia, se había transformado en un espíritu capaz de interceder por cualquier cuestión ante Dios.
Almita Sibila: Visitación Sibila era, según el mito, una niña o una mujer joven que iba todos los días a la ciudad para vender los productos que traía del campo. Tenía un enamorado que diariamente la esperaba en el camino, sin poder vencer nunca su rechazo. Un día intentó forzarla y como se resistió la violó y la mató. Cuando la policía llegó al rancho del asesino lo encontró comiendo tiras de charqui hechas con el cuerpo de la muchacha. La joven asesinada se convirtió en una "almita milagrosa" canonizada popularmente.
Los ritos populares provenientes del noroeste argentino, cargados de una poderosa teatralidad, fueron una rica fuente de inspiración: • Las celebraciones con panes que se disponen sobre una mesa junto a otros alimentos para agasajar a las almas. • La danza ritual, cuya marca fundamental es la canalización de energías telúricas y celestes. • La presencia del chamán, el curandero que es capaz de interpretar los signos de la naturaleza y el mensaje de los sueños.
En cuanto a la utilización de alimentos en los rituales, Cecilia Hopkins señala:
Se procede a dar forma a la mesa de ofrendas. Se la cubre con un mantel recién lavado, sobre el cual se dispone una gran cantidad de ramas de hinojo. La receta general de la masa de las ofrendas es: por cada 10 kg de harina se usa un kg de grasa y 100 gr de levadura. La sal o el azúcar es cuestión del gusto de cada uno. Se buscan primero todas las ofrendas que tengan forma de paloma y, poniéndolas unas sobre otras, se arma un grueso cordón alrededor de la mesa. Al medio se ponen otras ofrendas, las que tienen forma de coronas, manos, moños, empanadas, soles. Finalmente la mesa se cubre con un impactante colchón de figuras de masa que forma un túmulo que va elevándose, como si fuera el verdadero cuerpo de una persona. En el espacio que dejan una y otra ofrenda se clavan las figurillas que representan a niños y animales, junto con chupetines. Rosquetes y alfajores de maicena se distribuyen por encima de las otras masas, junto con naranjas, manzanas cor tadas en mitades y bananas. Finalmente se adorna el conjunto con tiras de caramelos y ramas de churqui con pochoclos clavados en cada espina. (Tincunacu Teatralidad y celebración popular en el Noroeste argentino, Ed. INT)
PROPUESTA ESTETICA
El espacio/ los objetos
La acción transcurre en un único espacio que es, según la escena, la fábrica “La Bonita”, la casa
de Don Jiménez y la casa de La María.
Basta un cambio de luz, de dirección de la mirada para cambiar de espacio. A veces quitarse o
ponerse el delantal de cocina determina el ingreso a un lugar diferente.
De esta manera la actuación es la que otorga identidad al espacio.
Y en este espacio único de múltiples significados los objetos se repiten. El “bodoque” de masa,
muñecos y cajas de música es parte de una interrogación a las fuerzas celestes en “La Bonita” y
altar ritual en la casa de La María.
Hemos buscado sintetizar la cantidad de objetos, limitándolos a muy pocos que adquieran
potencia dramática por asociación de significados: la mesa es lugar de trabajo en la fábrica,
pero también remite a las mesas de muertos que se arman en los rituales populares y a los
altares que los promesantes trasladan en las procesiones.
Nos interesaba explorar las posibilidades de este objeto como lugar donde se mezclan vida y
muerte: la vida en la producción de alimentos, la mesa como lugar donde se come. La muerte en
los ritos de celebración, la mesa como lugar donde se vela y recuerda a los muertos.
de Don Jiménez y la casa de La María.
Basta un cambio de luz, de dirección de la mirada para cambiar de espacio. A veces quitarse o
ponerse el delantal de cocina determina el ingreso a un lugar diferente.
De esta manera la actuación es la que otorga identidad al espacio.
Y en este espacio único de múltiples significados los objetos se repiten. El “bodoque” de masa,
muñecos y cajas de música es parte de una interrogación a las fuerzas celestes en “La Bonita” y
altar ritual en la casa de La María.
Hemos buscado sintetizar la cantidad de objetos, limitándolos a muy pocos que adquieran
potencia dramática por asociación de significados: la mesa es lugar de trabajo en la fábrica,
pero también remite a las mesas de muertos que se arman en los rituales populares y a los
altares que los promesantes trasladan en las procesiones.
Nos interesaba explorar las posibilidades de este objeto como lugar donde se mezclan vida y
muerte: la vida en la producción de alimentos, la mesa como lugar donde se come. La muerte en
los ritos de celebración, la mesa como lugar donde se vela y recuerda a los muertos.
La narración escénica/ la actuación.
Las escenas se suceden en una continuidad no necesariamente cronológica. Son los cambios de
estado de actuación, las variaciones energéticas las que imponen un devenir poético en el que
los temas de la obra aparecen por acumulación de imágenes, sensaciones y fuertes estados emocionales.
Un giro de cabeza puede equivaler a un cambio de día, de lugar. Se enciende una radio y han pasado varios meses.
Esto implica la elección de una mirada que pone a la actuación en un primerísimo plano, ya que sobre ella recae todo el peso de la obra. Una actuación sin transiciones, que es capaz de ir y venir entre estados muy dispares, y estar presente en varias escenas a la vez.
estado de actuación, las variaciones energéticas las que imponen un devenir poético en el que
los temas de la obra aparecen por acumulación de imágenes, sensaciones y fuertes estados emocionales.
Un giro de cabeza puede equivaler a un cambio de día, de lugar. Se enciende una radio y han pasado varios meses.
Esto implica la elección de una mirada que pone a la actuación en un primerísimo plano, ya que sobre ella recae todo el peso de la obra. Una actuación sin transiciones, que es capaz de ir y venir entre estados muy dispares, y estar presente en varias escenas a la vez.
NECESIDADES TECNICAS
ESPACIO ESCÉNICO
Escenario de 6 m de profundidad
7 m de ancho
ILUMINACIÓN
Consola de luces
24 doble escena
SONIDO
Consola de sonido
Amplificador
2 cajas para sala
1 caja para escenario
Reproductor de CD
DURACIÓN DEL ESPECTÁCULO
1hora y 15 minutos
Sin intervalo
Escenario de 6 m de profundidad
7 m de ancho
ILUMINACIÓN
Consola de luces
24 doble escena
SONIDO
Consola de sonido
Amplificador
2 cajas para sala
1 caja para escenario
Reproductor de CD
DURACIÓN DEL ESPECTÁCULO
1hora y 15 minutos
Sin intervalo
FICHA ARTISTICA
INTERPRETACIÓN
Soledad González
Laura Raiteri
ESCENOGRAFÍA
Basta Flora
VESTUARIO
Laura Angelino
DISEÑO GRÁFICO
Germán Raiteri
DISEÑO ESPACIAL
DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN
María Robin
PRODUCCIÓN
Basta Flora
CONTACTO
Te. 15204422/ 15692383/ 15651120
maria_robin11@yahoo.es / basta.flora@hotmail.com
Soledad González
Laura Raiteri
ESCENOGRAFÍA
Basta Flora
VESTUARIO
Laura Angelino
DISEÑO GRÁFICO
Germán Raiteri
DISEÑO ESPACIAL
DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN
María Robin
PRODUCCIÓN
Basta Flora
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Te. 15204422/ 15692383/ 15651120
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